Pedro Cáceres.- Yo quería preguntarle por un asunto muy concreto como es el de los transgénicos o cultivos modificados genéticamente. ¿Debemos seguir cerrando la puerta a la investigación en ese campo, o debemos hacer una apuesta por esa rama?
C. G.- Yo creo que en este campo de los transgénicos, hay suficientes garantías científicas como para poder darle al ciudadano la capacidad de poder elegir. Este es el principio básico que debemos respetar, que es el ciudadano decide si quiere alimentarse con una base de cultivos transgénicos o no. En esto, hace falta muchísima pedagogía porque creo que hay mucha desinformación. Lo que hay que explicar al ciudadano es que nosotros nos alimentamos todos de una transgénesis natural. Esto es, la transgénesis se da de forma continuada en la naturaleza. Con la evolución de las técnicas de genética molecular, ahora la transgénesis puede ser dirigida, y lo que hay que asegurar es que sea segura. Yo creo que ahora hay suficientes garantías científicas como para demostrar que eso se hace con seguridad.
Iñaki Gil.- ¿Así que usted se comería un alimento transgénico sin reparos?
C. G.- Yo me lo comería tranquilamente, pero quiero dejar claro que esto lo digo como Cristina Garmendia, ya que como persona no me suscita ningún problema de seguridad.
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